lunes, 3 de mayo de 2010
Cada día mueren en el mundo 4.500 niñas y niños menores de cinco años por enfermedades vinculadas a la falta de saneamiento y agua potable. Para hablar de ese drama, exponer sus experiencias y buscar soluciones, 100 menores de 30 países se reúnen en México.
González, del departamento colombiano de Caldas, y otros menores de Asia, África y América Latina llegaron a México invitados por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), el no gubernamental proyecto Water Education for Teachers, de Estados Unidos, y el Foro Japonés del Agua.
Según Unicef, "los primeros y más afectados por el agua no apta para el consumo y la higiene son las niñas y niños. Se trata de problemas con efectos devastadores sobre todos los aspectos de la vida de un menor, desde la supervivencia y el desarrollo hasta la educación".
Más de 4.000 millones de casos de diarrea que se producen cada año en el mundo por insalubridad y falta de agua adecuada colocan a los menores "al borde de la muerte", advierte esa agencia de la ONU.
Ella comparte en México su experiencias con personas como Dolly Akhter, de 15 años, quien vive en un barrio pobre de la cuidad de Dhaka, en Bangladesh, y es parte de un grupo que da consejos a sus vecinos sobre cómo mejorar su higiene y el uso de letrinas.
También está la keniata Charlotte Akoth, de 13 años y habitante de Nairobi, a cargo de enseñar en su escuela de 2.000 alumnos conceptos básicos de higiene y uso adecuado de las 18 letrinas disponibles.
Según Unicef, los niños se reunirán con varios de los ministros que asisten al Foro Mundial del Agua para analizar la manera en que la niñez puede ayudar a resolver la crisis del agua.
Aunque en el mundo hay suficiente agua para todos, 1.100 millones de personas no disponen de ese recurso básico para la vida, y 2.600 millones carecen de acceso a las letrinas más rudimentarias.
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